EL MAR QUE TRANQUILO TE BAÑA, HOY RECIBE LO QUE EL RÍO ARRASTRA
Por Lily Plaza – 08 de Junio, 2025
Como habitantes costeras vemos como cada invierno, las lluvias en la cuenca del Maipo arrastran algo más que agua, toneladas de residuos acumulados en microbasurales urbanos terminan en el río, y de ahí al mar. Entre las comunas de Santo Domingo y San Antonio, el sistema humedal de la desembocadura del río Maipo, que abarca al Santuario de la Naturaleza Humedal Río Maipo, la Playa de Llolleo y el humedal Ojos de Mar, se convierte en un filtro natural receptor involuntario de residuos.
Esta realidad es similar en la mayoría de los ríos. Esto no es sólo un problema simple, es una amenaza directa a la biodiversidad y la salubridad. Hemos documentado gaviotas enredadas en plástico, cisnes desplazados por plumavit, aves playeras alimentándose de residuos y en su mayoría son plásticos de un solo uso.
Aunque la Ley que regula este tipo de plásticos existe desde el año 2012, su implementación ha sido lenta y débil. Porque el problema no es sólo legal, es cultural. Limitar bombillas y plumavit no sirve si seguimos normalizando el descarte y lo desechable como forma de vida.
Desde Fundación Ojos de Mar vivimos esta realidad en terreno desde el año 2019. Con más de 1.800 participantes y de kilos de residuos retirados en nuestras jornadas de limpieza comunitaria, hemos comprobado que estas acciones van mucho más allá de lo simbólico: son espacios de educación, conciencia, resistencia territorial y, sobre todo, de trabajo colectivo. Por ello, este año nos hemos sumado a la Coalición Supera el Plástico, una red que articula organizaciones ambientales desde el norte hasta el sur de Chile. Cada limpieza se convierte en una oportunidad para dialogar sobre biodiversidad, contaminación, memorias del territorio
Este 8 de Junio, Día Mundial de los Océanos, hacemos un llamado urgente a los distintos grupos que conforman nuestra sociedad: a los consumidores, a rechazar lo desechable y llevar sus bolsas a las ferias libres; a los comerciantes, a elegir otras materias primas para sus envoltorios; a los municipios, a activar sus sistemas de fiscalización, educación y prevención. Asimismo, a las autoridades políticas, a implementar de manera efectiva la ley y no seguir postergando su implementación completa por intereses empresariales. Los y las invitamos a ver esta Ley no como obstáculo, sino como una herramienta de justicia ambiental y por sobretodo cuidado colectivo, para que nuestro océano no esté lleno de residuos, pero también nuestras poblaciones no sigan inundadas de microbasurales.
Hay que tener en claro que “El mar que tranquilo te baña”… aún existe, pero no está tranquilo ni sano, está cargado de residuos, injusticia y de desprecio, al igual que muchos barrios de esta comuna.
“ Que nuestro océano no esté lleno de residuos, pero también nuestras poblaciones no sigan inundadas de microbasurales totalmente evitables “