Urge aprobar la ley que prohíbe vehículos en playas y humedales costeros es clave para proteger la biodiversidad este verano

La protección de los ecosistemas costeros del país podría dar un paso histórico si el Senado aprueba en las próximas semanas el proyecto de ley que prohíbe el ingreso y tránsito de vehículos motorizados en playas, dunas y humedales costeros de todo Chile.
La iniciativa, despachada por la Comisión de Medio Ambiente, Cambio Climático y Bienes Nacionales, aún espera su votación en la Sala del Senado, en un momento especialmente crítico: el inicio de la temporada de anidación de aves playeras y el aumento del tránsito en balnearios durante el verano.
Cada año, especies como el pilpilén común, chorlo nevado o gaviotín chico, ven afectados sus nidos por la presencia de motos, jeeps y vehículos todo terreno que circulan por las arenas, generando aplastamiento de huevos, erosión, compactación del suelo y pérdida de hábitats. Estas alteraciones no solo impactan a la fauna, sino también a los procesos naturales que mantienen estables las playas y humedales frente al cambio climático.
No se trata solo de arena. Estas zonas son el corazón del comercio estacional feriantes, vendedores de mote con huesillos, arriendo de quitasoles, artesanías, restaurantes familiares, locomoción interprovincial y claro ingresos informales. Miles de estos empleos dependen del flujo turístico popular, que cada verano llena las calles y balnearios del litoral, un golpe a las playas es también un golpe a la economía local que vive, literalmente, de la temporada estival.
La propuesta legal exceptúa solo a vehículos de emergencia, seguridad, fiscalización y aseo, o a aquellos que cuenten con autorización expresa, siempre que no generen impacto ambiental y circulen a baja velocidad. En caso de incumplimiento, las multas partirían desde las 5 UTM (más de $340.000) y, ante reincidencia, se contempla la suspensión de la licencia de conducir hasta por seis meses.
Desde la Fundación Ojos de Mar, junto a organizaciones costeras de todo el país, insistimos en la necesidad de que la votación en la Sala del Senado ocurra antes del verano, para evitar que una nueva temporada turística signifique la destrucción de nidos, la alteración de humedales y la pérdida de especies que dependen directamente de estos ecosistemas.
“La presión turística aumenta cada año y no existen herramientas legales claras para impedir el ingreso de vehículos a sectores de alto valor ecológico. Esta ley viene a llenar ese vacío”
Chile cuenta con más de 83.000 kilómetros de costa, donde los humedales, dunas y playas cumplen funciones esenciales: actúan como barreras naturales frente a marejadas, refugio para aves migratorias y reguladores del equilibrio ecológico costero. La ausencia de una normativa específica ha permitido que en muchos sectores estos espacios se deterioren de forma acelerada. Por ello, desde Fundación Ojos de Mar hacemos un llamado urgente a las y los senadores a votar favorablemente este proyecto y avanzar hacia una gestión más responsable del borde costero:
“Las playas no son carreteras. Son hábitats, son patrimonio natural, y su cuidado debe ser prioridad nacional, gestionar la zona costera es esencial.”





